Con el tiempo he ido comprendiendo que llorar no tiene porque ser de débiles, casi siempre es de gente que lucha día a día. Aveces hay cosas que te entran de verdad y no sabes como demostrarlas, no sabes como reaccionar y tú cuerpo reacciona así, con lágrimas. Tener tan cerca a alguien que sus palabras se identifiquen contigo, tener tan cerca a alguien que sabe lo que es sufrir, sus palabras te tocan, y es como un abrazo, de decir no estás sola, deja de llorar porque yo estoy aquí y yo se lo que es sufrir y nada es insuperable.
Llorar no es malo, son signos de madurez, y de humanidad.
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